lunes, 16 de julio de 2007
sábado, 14 de julio de 2007
INTRODUCING MAX EMANUEL CENCIC

No, no os fijéis en su pinta, ni en las portadas de sus discos, Max Emanuel Cencic es un músico superserio y elegantísimo, eso sí, con un estilista que podría ser perfectamente su peor enemigo. No, espera...¡él es su propio estilista! según declara en el documental que Capriccio grabó para su último disco de Scarlatti. En fin, cuando lo oyes cantar, el resto te da lo mismo.

Cencic no acaba de aparecer en el mundo de la música, de hecho lleva más de veinte años en él, pues como niño prodigio, e hijo de una de las divas de la Ópera de Zagreb, ya se recorrió buena parte de Europa haciendo conciertos solistas y oratorios barrocos. Incluso parece que cantó en España durante los 80. Este clip, de su debut en la tele yugoslava con seis años, no tiene despedicio, porque el niño se va creciendo y nos ofrece una sorpresa mozartiana indescriptible.
Después ingresó en los Niños Cantores de Viena y se volvió a recorrer medio mundo cantando los solos en muchos de los conciertos. De esto hay testimonio videográfico...
Aprovechando el tirón que tuvo en Japón, decidió retomar la carrera solista cuando salió de Viena, y como soprano se fue abriendo camino primero en oriente y después en occidente, donde llegó a cantar "Serse" u "Orfeo" antes de replantearse su vocalidad. De su fase estrella sopranil teenager, tenemos este testimonio nipón, en el que deja claro que para el barroco iba apuntando maneras.
Después de desaparecer un tiempo, con crisis de identidad incluída, aparece como contratenor, y graba para Capriccio un disco muy bueno de cantatas de Scarlatti, al que sigue uno de Vivaldi (espectacular) y otro de Caldara. Mejor olvidar la portada del último disco dedicado a Domenico Scarlatti (está arriba, la segunda foto), con la originalidad de usar un pianoforte en vez de clave como parte del bajo continuo en las cantatas. Poco a poco se empieza a abrir camino en el terreno de la musica antigua, cantando con Alan Curtis ("Fernando" de Handel), Andrea Marcon ("Andromeda Liberata" de Vivaldi), Christophe Rousset ("Stabat Mater" de Pergolesi entre otras cosas) o Eduardo López Banzo ("Rodrigo" de Handel). En la actualidad, este contratenor -que acaba de firmar para Virgin y que debuta con un arriesgado recital de arias de Rossini- es capaz de deleitarnos, entre otras lindezas, con estas agilidades de pasmo...
Pues nada, ya conocéis un poco a Max, ¿qué os parece?
viernes, 13 de julio de 2007
NOVEDADES DISCOGRÁFICAS I

Kammerochester Basel
SONY

NURIA RIAL
"ROMA, l'anno 1707"

NAXOS
A precios de risa, ¿quién se resiste a hacerse con estas joyas que presenta Naxos cada mes? Además, "la zia Rosa", como la llama mi amiga Manuela, es una de las más grandes de todos los tiempos. En este disco, sobre todo en esas arias de "La Vestale" ("Tu che invoco" y "O nume tutelar"), podemos entender muy bien la influencia que ejercieron sobre María Callas sus interpretaciones. Es impactante lo mucho que se parecen ambas... Después tenemos, como de costumbre, una selección de canciones, como la arrebatadora "A vuchella" de Tosti -preciosos filados y rubati-, o la curiosidad de escuchar a la hermana de la soprano, la mezzo Carmela Ponselle, cantando a dúo con ella el "Ständchen" de Schubert. Cierra el disco una nueva versión de "Ernani involami", que ya lo estoy viendo, para mi amigo Paco será "la definitva", pues sostiente firmemente que nadie como ella ha cantado esta pieza...
jueves, 12 de julio de 2007
Cecilia, you're breaking my heart...

Quince años ya de fidelidad incondicional, desde aquel video de Decca, y ese disco de arias de Rossini que ahora han retocado, porque los guantes rojos y los pendientes de brillantes hasta los hombros son demasiado ochenta para seguir vendiendo. Las primeras búsquedas en internet, los proyectos cancelados (como las arias de concierto de Mozart con Levine, el disco de canciones españolas con Alicia de Larrocha, la Armida de Zurich en DVD), las tardes de radio, las cintas de cassette con sus primeros conciertos (Salzburgo, Lucerna...)
Diez años tuvieron que pasar para poderla ver en vivo, en Martigny, cuando el Festival Cecilia Bartoli: tres dias, tres programas diferentes. Luis ya la había visto dos veces (en Roma y París) por eso comía tranquilamente su tarta de canela en el restaurante, riéndose mientras yo me ponía cada vez más nervioso. Cecilia olvidó las castañuelas para la Zaïde de Berlioz, y cuando después del concierto vio que le íbamos a regalar unas, nos dijo que teníamos que haberla interrumpido para dárselas en el escenario. Que Zaïde sin castañuelas no es lo mismo. Así de espontánea recuerdo a la Bartoli en nuestro primer encuentro. Después un pinchazo en la rueda del coche, subiendo a la casa de madera que habíamos alquilado, con la nieve hasta las rodillas...
Y a partir de ahí, muchos kilómetros, muchos amigos en el camino (Klaus, Catherine, Steffi, Karen, Ton, Mariela...), muchos sitios que jamás pensamos que íbamos a pisar (y los que nos quedan). Hay que estar muy loco para esto de la ópera. Pero si al final consiques que te cante a capella eso de "non ti scordar di me", la cosa ha merecido (y mucho!) la pena...
Tenía muy claro a quién dedicar mi primer post...Por cierto, hola a todos! Yo soy Coco.